Errores comunes en el examen práctico de autoescuelas
El examen práctico de conducir genera nervios incluso en alumnos bien preparados. Muchos suspensos se deben a errores comunes que pueden evitarse con una buena formación en la autoescuela y una actitud atenta durante la prueba.
Uno de los fallos más frecuentes es no respetar la señalización, especialmente stops, cedas el paso y límites de velocidad. Los nervios pueden provocar olvidos que el examinador considera graves. Otro error habitual es una observación deficiente: no mirar correctamente los retrovisores o no señalizar maniobras.
También destacan los problemas con el control del vehículo, como calar el motor repetidamente, realizar giros abiertos o invadir otros carriles. En ciudad, una mala gestión de cruces y rotondas suele ser determinante.
La actitud del alumno influye mucho. Mostrar inseguridad excesiva o, por el contrario, una conducción agresiva puede penalizar. Los instructores recomiendan conducir de forma natural, como se ha practicado en clase.
Conocer estos errores y trabajarlos previamente en la autoescuela permite afrontar el examen con mayor confianza y aumentar las posibilidades de aprobar a la primera.