Evaluación de reflejos, coordinación y salud mental en reconocimientos DGT

Más allá de las pruebas sensoriales, los centros de reconocimiento realizan una evaluación del estado psicomotor y cognitivo del conductor. Este conjunto de pruebas permite valorar la capacidad de reacción, la coordinación y el estado mental, factores determinantes en la seguridad vial.

Una de las pruebas más características es la de coordinación y reflejos, que suele realizarse mediante dispositivos psicotécnicos. En ellas se analiza la rapidez de respuesta ante estímulos visuales y la capacidad de coordinar movimientos de forma precisa. Estas habilidades son esenciales para maniobras cotidianas como frenar a tiempo, esquivar obstáculos o reaccionar ante imprevistos.

La evaluación también incluye una valoración de la salud mental, normalmente a través de una entrevista clínica. El objetivo no es diagnosticar enfermedades, sino detectar posibles alteraciones que puedan afectar a la atención, el juicio o el control emocional durante la conducción. Trastornos graves no controlados pueden suponer una limitación para conducir.

En este contexto, se tiene en cuenta la estabilidad del conductor, su capacidad de concentración y su nivel de respuesta ante situaciones de estrés. En caso de duda, el centro puede solicitar informes médicos adicionales o proponer una vigencia reducida del permiso.

Estas pruebas reflejan el enfoque integral de los reconocimientos DGT, que no se limita a aspectos físicos evidentes, sino que incorpora factores psicológicos clave para una conducción segura.