Reconocimientos para conductores con enfermedades crónicas o discapacidades
Los conductores con enfermedades crónicas o discapacidades no están excluidos del sistema de conducción en España, pero sí están sujetos a evaluaciones específicas en los Centros de Reconocimiento de Conductores. El objetivo es determinar cómo esas condiciones afectan, en la práctica, a la conducción.
En el caso de enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades respiratorias o trastornos neurológicos estables, la clave está en el control médico y la ausencia de episodios que comprometan la seguridad. Los centros pueden solicitar informes médicos para completar la evaluación.
Las discapacidades físicas se valoran en función de la capacidad funcional real. En muchos casos, la conducción es posible gracias a adaptaciones del vehículo, que deben estar homologadas y reflejadas en el permiso. El reconocimiento evalúa si el conductor puede manejar el vehículo adaptado con seguridad.
En estos casos, el informe de aptitud puede incluir condiciones específicas, como restricciones de vigencia o indicaciones sobre el tipo de vehículo. Lejos de ser una limitación, este sistema permite integrar a más personas en la movilidad de forma segura.
Los centros DGT desempeñan un papel inclusivo, facilitando el acceso a la conducción siempre que se cumplan las condiciones de seguridad necesarias.