Los desguaces ofrecen desde piezas usadas hasta vehículos completos para despieces
Los desguaces actuales han ampliado considerablemente su oferta, adaptándose a las necesidades tanto de particulares como de profesionales del sector de la automoción. Ya no se limitan a la venta puntual de piezas sueltas, sino que ofrecen una gama de productos mucho más amplia que incluye desde pequeños componentes hasta vehículos completos destinados al despiece.
Las piezas usadas siguen siendo el principal producto comercializado. Motores, cajas de cambio, sistemas de suspensión, elementos electrónicos, interiores y piezas de carrocería se recuperan tras un proceso de descontaminación y revisión del vehículo. Estas piezas se catalogan y almacenan siguiendo criterios técnicos, lo que permite su reutilización con garantías mínimas y dentro del marco legal.
Por otro lado, algunos desguaces venden vehículos completos no aptos para circular, destinados exclusivamente al despiece. Esta modalidad está orientada principalmente a talleres, mecánicos o empresas que necesitan múltiples componentes de un mismo modelo. Adquirir un vehículo completo puede resultar más rentable que comprar cada pieza por separado, especialmente cuando se buscan elementos específicos difíciles de encontrar.
Este enfoque permite maximizar el aprovechamiento de cada vehículo fuera de uso, reduciendo residuos y fomentando la reutilización de componentes. Además, contribuye a la sostenibilidad del sector, al alargar la vida útil de piezas que todavía pueden prestar servicio.
La diversidad de productos ofrecidos convierte a los desguaces en un actor clave dentro de la cadena de suministro de recambios, tanto para reparaciones económicas como para proyectos de mantenimiento a largo plazo.